RECUPERACIÓN GRADO 10



TLC CON COREA - COLOMBIA SIGUE PERDIENDO



Guillermo Rodríguez Villegas Ingeniero Industrial de la Universidad de América 
Tomado de la Revista Deslinde Ed. 53



El gobierno de Juan Manuel Santos sigue firmando TLC con cuanto país se lo ofrezca, 
causando gravísimos daños a la estructura económica del país. 
Santos está empeñado en que Colombia no tenga ni agro ni industria
 y sigue con su política de convertir al país en el coto de caza de las transnacionales de la minería. 
Pero los industriales que han amarrado su destino al destino de la nación, 
no van a aceptar dócilmente que su esfuerzo de tantos años sea borrado de un plumazo



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Colombia exporta actualmente a Corea café, ferroníquel, globos de látex, caramelos, chatarra (no somos capaces de exportarla en lingotes), cueros de babilla y en un futuro cercano el fabuloso coltan. Todos ellos, menos los globos de látex, el café y los caramelos, son importantes materias primas que nuestro cliente oriental no tiene y que debe comprar como, para hablar en términos coloquiales, el taxista necesita comprar gasolina. No es necesario hacer una promoción para vender nuestros recursos naturales no renovables, porque ellos se venden solos sin tener que sacrificar nuestra industria que es la única puerta de entrada a la tecnología y al progreso.

Pero, dije ¿sacrificar nuestra industria? ¿Cómo así? Si, como dicen los áulicos del Estado, al abrirnos al mercado coreano le venderemos a ese país con un poder adquisitivo de US$24.000 per cápita, además de las consabidas materias primas que la creación del mundo nos dejó como herencia, carne, frutas y leche; ¿qué importan diez mil o veinte mil o cien mil empleos que se pierdan en la industria, cuando en el campo veremos por fin la bonanza de cientos de miles de compatriotas disfrutando una tierra prometida de “leche y miel” semejante a la leyenda bíblica?

Para nosotros es un axioma que, con el tratado de libre comercio con Corea desaparecerán o disminuirán, en el mejor de los casos, muchas o todas las empresas, fabricantes nacionales de electrodomésticos, automóviles, motocicletas, autopartes, muebles de oficina, calzado, confecciones, comida enlatada y textiles y con ellas los cientos de miles de empleos directos e indirectos que su actividad genera.

 Un tratado de libre comercio de Colombia con un país como Corea solo le conviene al vendedor asiático, que a fuerza de desarrollo dirigido por un Estado visionario y proteccionista, durante casi medio siglo ha ido convirtiéndose en un gigante industrial procesador de materias primas, para llegar, mediante su desarrollo, a convertirse en una sola generación en la potencia media comercial que es en la actualidad.

Pensar que Corea fue conocida hasta finales del siglo XIX como el Reino Ermitaño, suena hoy casi a ficción. El éxito de Corea es el resultado de muchos años de planeación y ejecución de políticas estatales, que comenzaron con un programa integral de educación y simultáneamente con el proteccionismo de su industria, mediante un estricto control de las importaciones. Y hablando de educación, no es que los coreanos o los asiáticos sean más inteligentes que nosotros, sencillamente se preparan más, para comenzar, mientras un año escolar en Corea tiene 220 días, en Colombia tiene solamente 198. Según Puertas Abiertas, un informe del Instituto de Educación Internacional, citado en el libro “Basta de Historias” de Andrés Oppenheimer, los tres países del mundo que más estudiantes envían a las universidades norteamericanas anualmente, son India (103.000), China (98.000) y Corea del Sur (75.000) mientras Colombia, solo envía 7.000. Corea, con una población ligeramente mayor que la colombiana (49’540.000 habitantes contra 46’300.000) puede enviar 10 veces más estudiantes a los Estados Unidos. Según el QS World University Rankings 2011/12, Corea tiene once universidades entre las 500  mejores del mundo que están localizadas entre los puestos 90 y 451, mientras que en Colombia solo hay dos: la Universidad de los Andes con el puesto 450 y la Universidad Nacional con el puesto 451.

Corea desarrolló una de las políticas más articuladas del mundo en materia de investigación y desarrollo, repatriando masivamente a sus técnicos coreanos de primer nivel que estaban en el exterior y becando a verdaderos contingentes de estudiantes de ingeniería en las mejores universidades de Estados Unidos y Europa. Podríamos con tiempo, buscar más ejemplos para llegar a la conclusión de que nuestra primera falencia competitiva es la educación, pero la arrogancia de creernos superiores y “los más vivos del planeta” hace que no nos preocupemos por reconocer con humildad creativa, las diferencias con quienes cada día nos superan.

El Estado colombiano, ha descuidado sistemáticamente su industria y pretende que súbitamente ante la obsesiva firma de muchos tratados comerciales, esa cenicienta del cuento se sacuda y empiece a ser eficiente para competir en los mercados internacionales. El argumento que utilizan puede resumirse en de esta manera:  “(…) la única alternativa para la modernización de la industria nacional consiste en azotarla con la competencia externa, dado que el proteccionismo aplicado hasta ahora, como política para el desarrollo industrial, ha sido mal utilizado por los empresarios; que éstos han abusado de la protección para hacer enormes utilidades; y que el resguardo del mercado interno genera un empresariado poco emprendedor, que se lucra con el estancamiento o con el lentísimo progreso de sus factorías. Los industriales aparecen como “los malos del paseo”.

 Hoy los fabricantes colombianos de maquinaria pesada no le pueden vender a las empresas mineras establecidas en Colombia, porque éstas pueden importar sus equipos sin IVA, y la industria nacional debe cobrarlo. Y no hablemos de los costos de energía y fiscales que son de los más altos del mundo y que colocan a la industria nacional en desventaja antes de cotizar cualquier producto. Lo anterior es una panorámica rápida y muy resumida de nuestra situación interna, que nos muestra en parte por qué somos débiles y poco competitivos en los mercados mundiales y cuáles aspectos debemos analizar y mejorar en profundidad antes de comprometernos internacionalmente. Desafortunadamente, por seguir con el nuevo deporte nacional de firmar tratados cuando no se han evaluado los vigentes y cuando todavía no se ha suscrito el TLC con Corea, ya nuestro presidente está anunciando unos nuevos acuerdos con China y Singapur. De firmarse, los empleos que se perderán no podrán ser recuperados ni en cantidad ni en calidad con los perdidos en la industria, porque las exportaciones fabulosas con las que sueñan los ingenuos o prometen los que se lucrarán con la importación de vehículos, electrodomésticos, calzado, comida enlatada, confecciones, etc., solo existen en sus distorsionados cálculos. Nuestra oferta láctea, si la hay, no es nada frente a Estados Unidos o a la Unión Europea que es el primer productor lechero mundial y exportador de estos productos. Según los creyentes en el dogma del TLC, exportaremos carne a pesar de las barreras fitosanitarias, ya que según ellos, por un fácil proceso de cabildeo las eliminarán, aunque paralelamente incumplamos, por burócratas ineficientes, un tratado de compra de la misma carne a Canadá. En otras palabras, nos comprometemos a comprar carne y simultáneamente soñamos con venderla a los asiáticos. Sin preparación para salir a competir en precio, cantidad y calidad en el mercado mundial, solo porque tenemos materias primas y un convencimiento distorsionado de que podemos vender todos nuestros productos del agro por la única razón de que nuestro cliente potencial es abundante y tiene alto ingreso per cápita, suena como el viejo dicho de “ensillar antes de traer las bestias”.





Analice:


¿Por qué nuestra condición de país exportador de materias primas hace que el Tratado de Libre Comercio con Corea no traiga verdaderos beneficios a Colombia?

¿Qué incumbencia tiene para el tema del comercio exterior, las diferencias entre los niveles educativos de los países?

¿Cómo puede explicarse, utilizando sus propias palabras, el argumento del Gobierno en favor de los TLC?

¿Qué sector de la economía colombiana sería el más afectado con el TLC con Corea, y por qué?

¿Qué quiere decir el autor cuando escribe "ensillar antes de traer las bestias"?


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